Hermana te aseguro que este mundo quedará obsoleto. Somos alquimistas atentando contra lo concreto. Te digo que, aunque lloro, nunca me siento incompleto. Soy limón entero, ácido pero repleto de jugo que exprimo a cada paso. Le miro a los ojos a cada fracaso. Yo nunca me drogo, prefiero abrazos con quienes buscan conmigo el colapso. No tengo moral pero si algunos filtros: solo me junto con quien oye los gritos. Exprimir mi potencial requiere unos ritos que nunca encontré en vuestros garitos.