Cada noche más confuso, me agarro a lo que puedo. Raíces en escombros, flores en mis agujeros. Doy de comer a los cuervos con mis sesos. Soy un árbol, riégame con besos. Los días más oscuros pretendí iluminarlos, leyendo a Ravachol o quizá solo escuchando. El fuego en vuestros ojos me anima a no dejarlo. La Anarquía no es la meta, es el camino de mis pasos. Vasos llenos de vacío, me sacáis de la cama siempre que estoy deprimido. Si me siento perdido te digo lo que me vale: un ensayo con los Luäa, para que el ruido me calme. Las sonrisas nuevas son bien recibidas, da gusto encontrar afinidades subversivas. En las cloacas busco a mis amigas, no me vale cualquiera pero juro que daría todo por ellas, desde luego. Aunque a veces me cueste reconocerlo. Sacarlo de dentro es lo que intento. Cuidarnos es jodido, para mí es lo primero. Mejor empezar despacio, sacar los lobos de dentro. Atacar desde abajo, destruir los cimientos. Vivir al margen, odiando el orden, manteniéndonos en forma, aprendiendo de errores. Me haría las mil millas por vosotras. Me flipan los encuentros, descubrirnos en historias. Prendernos los corazones, buscar motivaciones, luchar por la anarquía sin perdernos en sermones. Roba, recicla y pedalea, lo escribí hace algún tiempo y sigo con la idea. No hay trucos nuevos, ya se ha dicho todo, lo único importante es que no te ahogue el lodo. Todo por la Nada. Camino de desgracia, neutralidad se desmorona a cada paso, tras la valla. Mundo -panóptico, sociedad-cárcel. Efecto óptico, viva el anti-arte. El deseo de Deleuze o las normas del Inquisidor. Valerie Solanas disparando contra Warhol. Todos los robles convertidos en palés y tu padre preocupado por si no sale el PP, eh. No lo tengo claro, no sé si este dolor está justificado, si puedo llorar por los cerdos masacrados. Las latas de paté son hígado de pato. Guerra en oriente, occidente intacto. El presente decadente profetiza un futuro exacto.

Comparto la locura de Folié a Trois, Rey Ludd me flipa, viva el FRLA.